Pensándolo bien no hay nada como tener dos cenas del mismo tipo de comida en la misma semana para ya dar por finalizada la "cata" oficial de ese tipo de cocina. Me refiero a la hindú.
La primera vez que probé un indio fue en el "Taj Majal" en Madrid-Banco España, la verdad que la sencasión fue buena, platos que picaban mucho pero que el paladar se acostumbraba rápido.
Un año después pruebo otro en Lavapiés, zona de mayor porcentaje de restaurantes de diferentes culturas que relación calidad-precio fue muy buena, pues por escasos 20€ cenamos dos personas.
La misma semana en el viaje a Lisboa probé a cenar en un indio, sabiendo que conocía un poco mejor todos los platos me aventuré a pedir un pollo al madrás, éste tenía un color más vivo en su salsa que el de Lavapiés pero también estaba bueno, todo acompañado de pan con queso y mezlando con otros pollos de mis amigos como pollo con queso y otro con una salsa cuyo nombre no recuerdo pero que mezclaba picante con salsa colo rosa y todos con arroz y frutos secos.
Al día siguiente estuve totalmente enferma de indios, vomité toda la cena y estuve mareada y desmayada parte del día. No pude tomar el sol en Cascais, eso y más se lo debo a la dichosa cena, lo siento pero los indios por el momento los tengo vetados unos años largos.
Espero que no me pase con los mejicanos y japoneses que me encantan!