Imagino que la canción de este verano ha sido "Sick of love" de Robert Ramírez. Ya sabemos la influencia que tiene la tele en el consciente (e inconsciente) colectivo.
Pero aparte de lo más pedido en el chiringuito o en el local de moda de turno, todos tenemos nuestra música favorita, que nos recuerda a momentos vividos o simplemente a momentos veraniegos escuchando música.
Allá van los míos:
- "Club de fans de John Boy" - Love of Lesbian. Un descubrimiento. Me recuerdan en la temática y en la voz a Golpes Bajos. No así en la música, que desde los 80, algo ha tenido que cambiar.
- “When I’m with you” – Best Coast. Qué Buena frase “I hate swimming alone”
- “Triangle bizarre love”. New Order. Unos clásicos, qué más decir.
- Napoleón Solo. Otro descubrimiento. Son jóvenes y por ende, ñoños; pero hay que darles tiempo, porque mejorarán, tienen madera. Me gustan varias del disco, sólo por resaltar: “Tiene que acabar”, “Napoleón Solo en la ópera”, “Hola qué tal” o “El intercambio”. Queda alguna buena canción más.
- Los Planetas. Con “Ópera egipcia” han vuelto a profundizar lo que comenzaron con “La leyenda del espacio”. Empecé con el tributo a Pimpinela de “No sé cómo te atreves”, pero según ha ido pasando el verano me he enganchado a “siete faroles” (bonita palabra “zarcillos”), “Una corona de estrellas” -la más parecida a su línea de siempre- y “La llave de oro”, que de vez en cuando también escucho música sin juego vocal.
- “I know what I am” – Band of Skulls. Regalo de rock de estilo setentero del día de la música (indie, habría que añadir, 21 de junio) de este año.
- “One” - Swedish House Mafia. Hay que rendir tributo a Ibiza.
Como no, no puedo olvidarme de The Sunday Drivers y su despedida (para mí) en Torrent: R.I.P.
Que siga la música.
