martes, 16 de septiembre de 2008

MadriZ WhiteNight

Ya hemos inauguramos temporada cultural 08/09. Y de una buena manera: paseando por Madrid de noche y mirando la ciudad desde otro punto de vista.
En esta 3ª edición de la "Noche en Blanco", a diferencia de las anteriores, no llovió; pero hizo un fresco que hizo que el "paseo" fuera algo más corto de lo deseado.

Empieza la noche: cena en "El Urogallo" de Príncipe Pío. Tosta de pollo con mostaza y tortillita de bacalao. Ya con el estómago lleno, la primera parada es en la Explanada del Rey pegada al Manzanares. La instalación se llama "Máximo silencio"

Lámparas que van cambiando de color. Resaltan en la noche y es un buen comienzo.
La siguiente parada es el edificio de Telefónica en la Gran Vía, pero damos un pequeño rodeo y vamos al Templo de Debod, en el que han conseguido un entorno para que te sientas como en el mar "Wave Phases":



Resumen: hay un sonido de olas grabado y emitido muy alto. Al menos la iluminación queda chula.
Bien, ahora a la Gran Vía. Sólo que... total, pasamos cerca de la Plaza de Oriente... Vamos pállá. Vamos a ver algo relacionado con un rubí y oler aromas: "La Demeure del'Essence".

Se suponía que habría una violonchelista dentro del rubí de metacrilato. Lo que sí había era cola para hacerse una foto dentro del dichoso rubí, que emitía de vez en cuando un vapor, que imaginamos serían los famosos aromas. Imaginamos, que no olimos.

Eso sí, todas las farolas de la Plaza de Oriente tenían los cristales rojos y me dieron la sensación de estar en el s. XIX alumbrados todos por llamas desde las farolas.
En el Teatro Real había una pantalla gigante en la que se emitía ópera.
Ahora sí: al edificio de Telefónica. Allí esperamos ver una especie de escultura gigante en su fachada ("Comfort #6).


Ya que parece que se puede entrar en el edificio, entremos. Y ¿qué hay?. Publicidad de lso productos de la compañía. Muy listos.
Bien, vamos a Cibeles. Pero antes, de camino, nos pilla la plaza Vázquez de Mella. Allí nos van a hacer sentir como si estuviéramos en el Trópico ("Perpetual -Tropical- Sunshine") -lámparas infrarrojas y hamacas- y veremos una estatua de Freud colgando ("Hanging Out"), que seguro que tiene un significado psicológico que yo no he pillado. Ni fotos hice.

Volvemos a la Gran Vía, que se queda pequeña con toda la gente que espera a que salga un fonanbulista que la atravesará.


A estas alturas mis pies ya llevan un buen rato recordándome que existen y mis brazos me recuerdan que mi chaqueta es demasiado fina. Esperamos a que el buen hombre se decida a despeñarse desde el cable. Llega la hora fijada. Silbidos. Minutos después un aviso por megáfono: hay demasiado aire y es peligroso que intente el equilibrio, ya que no lleva medidas de seguridad. Silbidos más fuertes. Nos quedamos sin mancha de sangre, que sería arte abstracto creo, en el pavimento del artista y de los que hubiera pillado debajo (con la cantidad de gente que había, habría caído en blandito).

Vamos a saludar a la Diosa Cibeles, que está cariñosilla.



La verdad es que este montaje arrancaba sonrisas con el sonido de fuertes MUACKS!.

Y ahora... queda la Puerta de Alcalá, la fuente de Atocha y lo que se tercie. Pero, primero, vamos a por algo calentito. Al Starbucks de la plaza de Cánovas.
¿Qué?? ¿Otra cola, hasta fuera del café, para pedir un té verde calentitooo??
¡A casa! El año que viene ya veremos más.






1 comentario:

Beg´s dijo...

Los patitos de la fuente en Cibeles me parecen feos, vamos patitos "feos" ;)